Sobre la educación del futuro, podemos atisbar la influencia que la sociedad de la información tendrá en ella, pero no alcazaremos a ver hasta que punto influirá sobre el sistema de enseñanza de escuelas y universidades.
En principio, esta influencia parece que será positiva, ya que mejorará algunos de los problemas de las escuelas y las universidades actuales.
Los contenidos de la escuela se orientarán al conocimiento práctico, y no tanto teórico, en los estudios, valorando más la creatividad, el trabajo en grupo..etc. Además los niños podrán sustituír sus enormes y pesadas mochilas por disquetes y CD-ROMs, lo que hará que merme algún que otro dolor de espalda.
La proyección de imágenes y de los trabajos de los alumnos en grandes pantalllas permitirá la mejor comprensión de los conceptos aprendidos.
La informática permitirá que se fomenten los trabajos en grupo, lo cual favorecerá la socialización y a la vez hará hincapié en una enseñanza individualizada.
Ya no solo intervendrán en la enseñanza los profesores sino que colaborarán profesionales, padres, ayuntamientos y organizaciones ciudadanas, que pondrán de su parte para mejorar la educación.
Si es cierto que existe un ligero desfase entre la oferta de la educación actual y las necesidades de la sociedad de información, por ello será necesario el cambio de la concepción de la enseñanza en todos los aspectos; los profesores se convertirán en guías que ayudarán a seleccionar la información, los contenidos serán más prácticos, el sistema será más abierto...etc.
Como conclusión, el nuevo modelo educativo para el nuevo siglo según Susana Pérez de Pablos, debería ser un sistema abierto al mundo que le rodea, más preocupado por los problemas sociales, de fácil acceso y que prepare a los alumnos para el mundo laboral real y, en definitiva, se convierta en una "heterogénea escuela de ciudadanía."
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