La mañana amanece nublada ¿Cuánto será el sobrepeso de mi maleta? ¿perderé el avión?
Apenas puedo desayunar, un poco de zumo y un yogur bastará hasta llegar a Madrid. Mi madre me hace la pregunta del millón: - "¿conduces tu?"
¡Claro! voy a estar tres meses sin conducir.
Según me acerco al aeropuerto, más y más niebla, tendré que utilizar las largas para hacerme ver.
Me paso una rotonda, no hay problema, me doy un par de vueltas.
Mi madre me dice que me relajo cuando conduzco, eso es buena señal.
Espero el embarque, un chico guapísimo en la cafetería.
Me despido de mi madre, le doy un abrazo fuerte, y le digo que no se preocupe, en Madrid tengo gente que me quiera y me cuide.
En la sala de embarque veo un asiento libre al lado del chico guapo, no me lo pienso.
En el avión, 5 minutos parados, el comandante informa: "un avión de Air France se aproxima al aeropuerto, está a 15 millas, unos 10 minutos del aeropuerto, tenemos que esperar, no me pregunten porqué. Intentaremos recuperar el retraso y llegar a Madrid lo antes posible"
En el despegue hago como si masticase chicle, un grande y pegadizo chicle, la última vez no podía con el pitido de los oídos, tenía una buena otitis, el médico me había recomendado no subir en ningún avión.
- "Señoras y señores: permanezcan sentados y con el cinturón de seguridad abrochado."
El avión se tambalea con el vaivén de las turbulencias. Espero el abrazo de una amiga. No hay nada como tener a alguien que te espere.
Debajo de sus asientos siempre hay un chaleco salvavidas ¿cual es el tuyo?
Fantastico recibimiento:)un beso grande para las dos
ResponderEliminarme gusta mucho :)
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